Nuestro Instituto debe su nombre al ilustre escritor leonés José Francisco de Isla Rojo, más conocido como "Padre Isla". El Padre Isla nació en Vidanes (León) en 1703, de madre leonesa y padre asturiano, procedente del concejo de Colunga. 

En su juventud, a los 15 años, ingresó en la Compañía de Jesús, estudiando filosofía y teología en la Universidad de Salamanca, donde fue alumno de un famoso filósofo, Luis de Losada (autor de un importante Cursus philosophicus, 1724), que al parecer le sirvió de inspiración para escribir su obra más famosa e imperecedera, la Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes (1758). La aparición del libro incrementó la discordia entre clero jesuita y antijesuita pues apareció en un momento político poco adecuado ya que los jesuitas contaban con muchos enemigos. El Fray Gerundio contribuyó a incrementar el odio hacia la Compañía porque creían que el libro proclamaba la superioridad de los jesuitas sobre otras órdenes.

  Fray era el título que se daban los clérigos dominicos, agustinos, etc. Todo esto provocaría que en su madurez, cuando se hallaba instalado en Pontevedra, tuviese que salir hacia el destierro en el año 1767 tras la expulsión de los jesuitas de España, prescrita por Pragmática Sanción de Carlos III con fecha de 2 de abril de 1767 y promovida por el asturiano Pedro Rodríguez de Campomanes. A partir de entonces residiría en Córcega y en la ciudad italiana de  Bolonia, donde falleció en  el 2 de noviembre de 1781.

 La vocación literaria se manifestó en él desde su juventud volcándose sobre todo en el género de la polémica literaria, valiéndose habitualmente del género epistolar, por ser éste el que más se adaptaba a su voracidad crítica. La Compañía no le encargó la labor pastoral sino que le permitió escribir. Isla fue autor de varias obras satíricas como los Papeles crítico-apologéticos (1726), El tapabocas (1727), las Cartas de Juan del Enzina (1732), Juventud triunfante (1727), y Triunfo del amor y de la lealtad y Día grande de Navarra (1746); y pocos años después de su muerte publicó su hermana varios volúmenes de Cartas familiares y Sermones. Estando en el exilio ocupó parte de su tiempo en la traducción del Gil Blas (los cuatro tomos de Lesage y los tres de las adiciones) que sería publicada póstumamente.

 Fue durante su estancia en Villagarcía (Pontevedra) cuando concibió la idea de escribir su obra más conocida: la Historia del famoso predicador Fray Gerundio de campazas, alias Zotes (1758), sobre un personaje que resulta una especie de Quijote. El libro es una célebre sátira contra la ignorancia y la pedantería de los malos predicadores de su tiempo, y, por extensión, de algunos de los males de cierta parte del clero de la época. En este sentido, el Padre Isla, usando el tono satírico de la novela picaresca, critica la degeneración que habían alcanzado los sermones, pues habían dejado de ser piezas útiles para convertirse en largos discursos enrevesados, ininteligibles, que sólo resaltaban la figura del predicador. De este modo se hace eco de los propósitos reformadores ilustrados que propugnaban un regreso a la naturalidad y el buen gusto, así como la denuncia de las supersticiones y falsas creencias. Este tema de la denuncia de las supersticiones y falsas creencias, que encontramos reflejado en la serie de los Caprichos de Goya, se convirtió merced a esta obra en un polémico tema fomentador de controversias y disputas. La obra gozó de fama y amplia difusión pues cuando se puso a disposición del público, entre el 22 y 23 de febrero de 1758, el primer día se vendieron 800 de los 1.500 ejemplares editados (toda una gran tirada para la época). Pese a ser prohibida por la Inquisición en 1760, en 1768 apareció de forma clandestina la segunda parte de la novela lo que provocó la irritación de sectores eclesiásticos que se consideraron aludidos. Fue una de las lecturas favoritas, parece ser, del propio rey Fernando VI,  y de ciertos aristócratas como el duque de Alba, Mayans, incluso del Papa. También se publicaron desde entonces sucesivas ediciones en italiano, francés, inglés, alemán...

 En la historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, el Padre Isla tiene muchos recuerdos de su patria chica, Leon. En primer lugar al héroe de su historia lo hace leonés como él, natural de Campazas, pueblecito del partido judicial de Valencia de Don Juan, al que el clásico Diccionario Geografico de Madoz asignaba 120 vecinos y 565 habitantes, en su mayor parte labradores. A los padres de Fray Gerundio y a toda la descendencia de los Zotes, los hace naturales de Campazas; aunque ya hace notar Isla que esta familia de los Zotes arraigada en Campos está extendida por todo el mundo, y tan fecundamente propagada que no se hallará en todo el reino, provincia, ciudad, villa, aldea y aun alquería, donde no hiervan Zotes como garbanzos en olla de potaje". (Lib. 1 c. III).

 La infancia de Fray Gerundio tiene por escenario Campazas y sus alrededores; los pueblos de León que figuran en este período, casi todos pertenecen al partido judicial de Valencia de Don Juan. Así nos habla Isla de los vinos y confiterías de Villamañán, de San Millán de los Caballeros, de Villaquejida; de la escuela de primeras letras de Villaomate y de la de gramática de Villamandos, en las que recibió Gerundio la enseñanza general básica.